
Desde sus orígenes, la Congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña, ha estado comprometida con la formación integral de niños y adolescentes. La intuición de Madre Petra que, como verdadera testigo de la misericordia, fue saliendo al paso de las necesidades que encontró en su entorno, nos invita a: “Ser madres, ser en el mundo expresión del rostro materno de Dios”.
Parte de nuestra misión especial en la Iglesia son los hogares, cuyo objeto es la educación integral de niños y adolescentes en situación de desamparo, realizando una función sustitutoria temporal de la familia deteriorada o en gran dificultad.
Nuestra presencia pretende aliviar las lacras de las múltiples caras de la pobreza socioeconómica, cultural y moral, ofreciendo un contexto de acogida, que lleve a la promoción integral de la persona de tal manera que la prepare para la autonomía y pueda, en un futuro, desenvolverse positivamente en el mundo laboral y social.
Los hogares MD, serán centros, que desde su concepción trascendente del mundo y del ser humano atiendan a niños y adolescentes en situación de desamparo; abiertos al cambio, a la innovación y que ofrezcan un servicio de calidad, prestigio y reconocida credibilidad que sea un referente en el ámbito de la acción social.
Nuestro valores son: la acogida maternal, la caridad misericordiosa, la ternura y cercanía, el espíritu de familia, el respeto, la alegría, la sensibilidad, la unión con Cristo y la oración, una vocación firme, la compasión, la confianza en la providencia y el trabajo incansable y fortaleza antes las adversidades.
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